Ya entra. Levántate.
Ya nos podemos sentar.
Escucha.
De pie.
Sentados.
De pie.
De rodillas.
De pie.
Oremos.
¿Qué?
Podéis ir en paz.
¿Cómo?
Espera, ya se va.
Zapato con tacón de aguja. Lapicero. Taza metálica. Cascajo de río. Palo.
Pala. Pico. Bate. Botella. Trozo de cristal (verde). Cuchillo y tenedor.
Cuerda...
6 comentarios:
Isabella, una cosa te voy a decir: ¡no te rindas! ¿Que no entra nadie en este blog? ¡Ellos se lo pierden! Tú escribe. Aquí tienes una lectora asegurada.
jajajajajaja esta última es muy buena!!! jajajajaja
En esta época, ha dicho Pascal Bruckner, las caras se encogen, el orden más coercitivo se conjuga con la peor de las tibiezas, una banalidad omnipotente ha echado raíces en el corazón de la vida hasta tal punto que se confunde con ella.
Buena entrada, magnífico título: rutina en la que, a veces, el Misterio irrumpe indiscreto.
Cómo que este blog no tiene lectores?! Estoy convencida de que más de los que os pensáis, supongo que a veces uno escoge no pronunciarse.
Saludos :)
Ja, ja. Gracias, Inma. Estábamos convencidas de que la lluvia de críticas y de foros llegaría a nuestro blog... ¡y sin tener que pagar a nadie!
Bufff!! Esta no puedo dejar de leerla. Es tan grande como su autora!!
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