
Pero la culpa no es del clima, ni siquiera de esta maldita ciudad. Ni siquiera del insoportable hombre del tiempo que sale en la tele. Ni siquiera es culpa mía que te abrí la puerta para que te vayas. Ni siquiera es culpa tuya, que dejaste olvidado ese beso en la almohada. Y se gasta, se desperdician nuestros besos. Ya no los tengo y si los tuviera no habría diferencia. Y hace frío, me estiro, abro los brazos, me volteo, me incorporo, me vuelvo a dejar caer en la cama que está demasiado vacía. No la puedo llenar.
Seguramente si estuvieras aquí tampoco podría conquistar el mundo. Quizá es culpa mía que no sé cómo hacerlo. Quizá el frío es la excusa.
3 comentarios:
Me encanto....muchisimo.
un beso
gracias!! me alegro de que te haya gustado
1 beso
Menuda declaración, me gusta muchísimo a mí también, es una pequeña maravilla ^^
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