lunes, 8 de febrero de 2010

Aún así


Se cortó el pelo, se lo tiñó de café y adelgazó 6 kilos. Incluso vendió las zapatillas rojas y se compró unas naranjas. Se transformó en otra.

Aún así él la encontraba en cada esquina de la ciudad, sus ojos cafés permanecían estancados en un pasado cuyo efímero recuerdo se había quedado atrapado debajo de la almohada.

Ella lo quería olvidar. Él no. Ella se transformó en otra… aún así cuando se miraba al espejo no podía evitar recordarse y extrañarse.

Recordar y extrañar a la mujer que era cuando él todavía vivía.

1 comentario:

chichi dijo...

Me encanta, es un final que no esperas y que te sorprende.